
Leía hace unos días en el periódico un artículo sobre el Sr. Borau o, como me gusta llamarlo de broma, mi abuelo platónico y es que me imagino que debe ser muy complicado para él caerle mal a alguien con esa cara tan simpática que tiene.
Con esta colección de relato corto ganó el Premio Tigre Juan de Narrativa en el 2.003 cuando contaba entonces 74 años de edad y dos aspectos me llamaron especialmente la atención durante su lectura.
El primero es que puede ponerse en la piel de un personaje de cualquier edad y hacer que su diálogo suene auténtico. Muchos escritores hoy en día se esfuerzan demasiado en sonar creíbles al escribir cómo habla una niña de 11 años, un chico nada más entrar en la universidad, un campesino y lo único que consiguen es que mientras una pasa página no se ´zambulla´ de pleno en la historia sino esté pensando, sin poder evitarlo, ´Um...No creo que lo expresase de ese modo´.
El segundo es la facilidad para transferir ese ojo de cineasta que tiene también a la escritura, con descripciones detalladas de la ropa que lleva el personaje, su olor, el sonido de su voz, esos pequeños tics que todo humano posee.
Ésto se nota principalmente en los cuentos inspirados en la postguerra española y el último de la colección titulado So long, pequeña! que casi podría ser una novela por su extensión (117 páginas) y donde narra las aventuras, amorosas y de otra índole, de un enanito que asiste a un casting en Hollywood para hacer un papel en el montaje de El Mago de Oz.
Lo que podía haber sido un batiburrillo de temas en manos de un escritor mediocre aquí se convierte en un cuento casi redondo donde el Sr. Borau cubre, entre otros: la vida en el circo, la discriminación, la homosexualidad ocultada, el stress de los ensayos e incluye frases en inglés sin traducir (me ha encantado ese gesto) momentos cómicos y otros donde se pone un nudo en la garganta.
Además de ese cuento destacaría Reina a perra sobre una mujer que huye con un perrero (vendedor ambulante), Micomicona y el gato o el reencuentro-desencuentro de un padre divorciado con su hija pequeña y Ratones sin Remedio, una historia de amor entre dos jubilados fans de Walt Disney.
Duro de leer este último pero al mismo tiempo precioso.
No desvelo mucho más sobre la trama de los 11 cuentos porque preferiría que la gente se animase a cogerlo prestado de la biblioteca y leerlo :)
Camisa de Once Varas - José Luis Borau
Editorial Alfaguara, Madrid (2003)
Puntuación: Indecisa entre un 8.5 y un 9. La variedad en temática y el hecho que he aprendido palabras nuevas (sobre todo del ´castellano antiguo´) hace que quizás me decante por un nueve.
P.D: Y cambiando de tema... el martes por la tarde-noche se repartirá tarta virtual en este blog. Pasaros a recoger vuestro trocito :)
P.D: No entiendo por qué salen las fotos tan pequeñas ¿será un problema del Blogger?